
La pasión de Pablo por todas las naciones revela el plan inclusivo de salvación de Dios, que culmina en la esperanza y la gloria compartidas a través de Cristo.
Pablo revela en Romanos 15 su profunda pasión por la salvación de todas las naciones, no solo de Israel. Hace hincapié en el doble propósito de Cristo: confirmar las promesas de Dios a los judíos y extender la misericordia a los gentiles. Partiendo de múltiples profecías del Antiguo Testamento, Pablo muestra que el plan de Dios siempre incluyó a todas las etnias. Ve su ministerio como parte de esta visión global: evangelizar desde Jerusalén hasta el Ilírico a través de la palabra, el poder y el Espíritu. Su misión apostólica se centra en llevar a las naciones a la fe y la obediencia y, en última instancia, expresar la imparable esperanza de Dios que llena a los creyentes de alegría y paz.